El atropello mortal a un ciclista en 2013 por un camión que se dio a la fuga ha llevado a su familia a recoger 200.000 firmas para que se debata en el Congreso próximamente una reforma del actual Código Penal de 2015 para endurecer las penas.
La sanción penal de este tipo de accidentes en caso de muerte se castiga hoy con penas de prisión de 1 a 4 años y con la retirada del permiso de conducir vehículos a motor de 1 a 6 años.
En caso de lesiones, el Código Penal sólo castiga las imprudencias muy graves o graves, pero desde la última reforma del 2015, en la que se despenalizaron las conductas leves, muchos accidentes quedan fuera del ámbito penal, con sanciones únicamente administrativas en caso de infracción.
Son desgraciadamente muy numerosas las noticias de atropellos mortales o con resultado de lesiones en las carreteras y aumentan las movilizaciones por concienciar del respeto mutuo y las debidas precauciones a tomar por conductores y ciclistas para evitar accidentes.
Los ciclistas tienen prioridad sobre los vehículos para realizar un giro, entrar en un cruce o rotonda, pueden circular en paralelo por parejas, y pueden hacerlo por el carril y no por el arcén en descensos largos.
Es necesaria por su parte una señalización adecuada pues los conductores no pueden adivinar sus intenciones y es recomendable no tocar el claxon para avisar de un adelantamiento pues puede resultar sorpresiva ni es adecuado circular en bicicleta con cascos escuchando música ya que distrae la atención debido a las circunstancias y al resto de usuarios de la vía.
Por supuesto el adelantamiento debe hacerse con un margen de distancia suficiente para no desequilibrar al ciclista por la turbulencia que la maniobra genera, por lo que a mayores dimensiones mayor margen de distancia.
La mentalización de que la carretera es de todos es primordial. La proposición de ley de reforma del Código Penal prevé penas de hasta 9 años de prisión en caso de muerte y hasta 4 años de prisión por darse a la fuga.
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