El Gobierno y los sindicatos han llegado a un acuerdo para la subida del SMI desde los 950 € actuales a los 965 € con carácter retroactivo desde este mes de septiembre. Un incremento de 15 euros mensuales, sin el acuerdo de la patronal. La intención del Ejecutivo de Pedro Sánchez sigue siendo llegar a los 1.000 € en enero del 2022 y a los 1.060 para enero del 2023.

Con la llegada del socialista al Gobierno español el SMI ascendió en 2019 a los 900 € desde los 735 € (representa un 22,4% de aumento) y en el 2020 a los 950 €. En esta ocasión, la Patronal esta totalmente en contra a este aumento, ya que lo considera “inoportuno” hasta que no haya una recuperación completa de la economía tras la crisis vivida por el coronavirus.

¿Y las empresas, qué piensan?

Al menos una de cada tres empresas españolas (32%) afirma que la subida del 1,6% del salario mínimo para este año, 15 euros mensuales, desembocará en despidos de parte de la plantilla. Según apunta un sondeo realizado por Infojobs tras conocerse esta medida acordada entre Gobierno y sindicatos, el volumen de compañías que preveía despidos ante un alza de SMI antes del estallido de la pandemia era del 19%, trece puntos menos.

Las PYMES alertan que la subida del SMI podrá destruir hasta 130.000 empleos principalmente en sectores ya muy castigados por la pandemia como son la hostelería y el comercio así como a jóvenes y trabajadores poco cualificados. La subida del SMI repercute directamente a los costes laborales de las empresas y que puede provocar un perjuicio en la competitividad al producirse un obligado aumento en el precio de venta del producto o servicio. El objetivo del Gobierno no debería ser aumentar el SMI para mejorar la calidad de vida principalmente de jóvenes y trabajadores sin formación a cargo de la empresa.

Un aumento de 15 € al mes, supone para una empresa de 1.000 trabajadores a les que se le aplica la nueva normativa, un coste de 237.600 € año si tenemos en cuenta el aumento del coste cotización a la seguridad social. Muchas de estas empresas no generan beneficios suficientes para poder compensar este aumento de costes y no es viable aumentar los precios de venta. Las empresas son el “alma mater” de la microeconomía y el Gobierno necesita de sus ingresos vía recaudación por impuestos, para mantener el supuesto “Estado del Bienestar”. No es ahora el momento de destruir empleo ni de eliminar empresas.

Los concursos de acreedores siguen al alza y se prevé un final de año e inicio del primer trimestre del 2022 muy difícil y complicado para gran parte de la industria y por consiguiente con numerosas insolvencias empresariales.

Desde nuestro punto de vista, lo que debería hacer el Gobierno es emplear recursos para formar y cualificar a jóvenes y trabajadores poco formados. El coste laboral aumenta para la empresa, pero la eficiencia y productividad se reduce. Necesitamos recursos humanos cualificados e inversiones importantes así como ser atractivos para nuevos inversores. Además, asunto del que deberíamos hablar, analizar y discutir es el porqué se aumenta el SMI en toda España. Daría que hablar en otro artículo pero, resumiendo:

• ¿No se debería tener en cuenta la gran diferencia entre Provincias o Comunidades Autónomas?
• ¿Se beneficia lo mismo de este aumento un trabajador de Ceuta o Badajoz que uno de Barcelona, Madrid o Pamplona?

Parece ser que el actual Gobierno socialista únicamente se preocupa por incrementar el gasto público con la mayor convocatoria de plazas de funcionarios de la historia sin tener en cuenta que cada vez hay menos tejido económico y empresarial.

No consigo entender la política macroeconómica actual ni como podremos devolver las ayudas o conseguir rebajar el déficit público. El Producto Interior Bruto es una de las grandes llaves de la economía. Si no mejoramos la producción, estamos ante una quimera de objetivos inalcanzables.

España esta rota y totalmente endeudada para un infinito futuro. ¿Qué será de nosotros? ¿Qué será de nuestras pensiones? ¿Qué será de nuestras empresas? ¿Qué será de nuestros hijos si no les damos formación y tecnología? El debate y nuestro futuro está servido.